Tres apuntes para cubrir los distintos ángulos:

1) De su anterior álbum “Set Yourself On Fire” todos alababan Ageless Beauty. Sin embargo yo estaba prendado de Calendar Girl, un punto final radiante. De cómo suena el título en castellano. Y de la portada europea. [Más…]

1) Rufus Wainwright “Release the Stars”
Irresistible equilibrio de lírica, pop y music-hall. Tan excesivo como moderado. El genio en su punto.

2) John Zorn “Six Litanies For Heliogabalus”
Tercera parte (tras “Moonchild” y “Astronome”) del Zorn más malvado. Que le eche un ojo a esto Michael Haneke.

3) Bill Callahan “Woke On A Whaleheart”
Otro ejemplo de suficiencia aplastante. Si esta es su colección más relajada que se empiece a revisar el concepto del esfuerzo en el arte. Enorme. [Más…]

Si yo formase parte de una banda de rock, no creo que disfrutase leyendo cierto tipo de reseñas de mi debut discográfico: las que suelen utilizar el recurso de las comparaciones, sobre todo con otros grupos en boga. ¿Por qué todo lo que se publica estos últimos meses se compara con Arcade Fire o Animal Collective? [Más…]

Repele un poco todo el globo que se ha montado alrededor de “Friend And Foe” (Barsuk, 07), tercer disco de Menomena. Tras siete años activos, estos hijos de Portland han obtenido notoriedad tanto por lo que muestran como por lo que esconden. La gran baza de su rock quebradizo es la colaboración del dibujante Craig Thompson, el de “Blankets”, haciéndoles una ingeniosa portada –críptica en cuanto a créditos- y ayudándoles en la parte visual de los shows. El referente aquí serían los Genesis de Peter Gabriel, tal vez por el parecido de algunos pasajes –contraste entre voz áspera y percusión cortante-, sobre todo las canciones Air Aid y Ghostship. [Más…]

Cuando se publicó “Mirrored” (Warp, 2007) la pasada primavera, pedí consejo a un amigo y me respondió `no es música para ti´. Obviamente en aquel momento le hice caso pero, debido a la escasez de productos nuevos durante la época estival y visto el ajetreo mediático que está teniendo el disco –sobre todo tras su actuación en el Primavera Sound que no asistí entera, pues el cambio de hora de medianoche a las tres y media de la madrugada iba fatal, y solo aguanté tres canciones: no son horas para que los abuelos andemos sueltos-, a las pocas semanas sucumbí a la tentación y lo compré. Error. Mi amigo tenía razón. [Más…]