Curioso. No veo tan diáfana la influencia de Neil Young sobre Fleet Foxes cuando los escucho a ellos como cuando escucho grupos de su misma onda y quinta –a remolque-, grupos como The Low Anthem, que toman prestadas las inflexiones del falsete del canadiense para inyectarles un híbrido vocal de gospel campesino blanco. Ahora bien, por muchas que sean las comparaciones y la distancia entre ambos, Fleet Foxes solo hay unos. De momento y a la espera de su nuevo trabajo.