
No es gratuito ni está traído aquí para conjugar a vuela pluma las intenciones de esta entrada con la prosodia espiritual de los hacedores de “Misticíssimus” (K-Industria, 2011): la verdad –sin ataduras de ningún tipo, o con las menos- es que, hoy por hoy, la experiencia de ver en directo a Burruezo & Bohemia Camerata es sanadora. Por la pureza de sus intenciones, por la pasión desencadenada y por el cuidado en las formas, sean éstas más o menos híbridas. En tiempos donde manda lo casual, lo anecdótico y perecedero, se agradecen –qué digo: se necesitan- muestras únicas como ésta, empeñadas en hurgar en el subconsciente común para encontrar algo de lo que un día nos fue arrebatado o, quizá, se nos está arrebatando inexorablemente.
[Más…]