Ojo, material extremadamente peligroso para los amantes del pop-rock clásico británico. Dañino y letal. Imaginemos por un instante a un miembro de Teenage Fanclub –que tan buen ojo tienen para vitaminar una melodía hasta conseguir el subidón- al que le da por probar esa cualidad preciada en el marco de un dream pop con apenas perceptible toque teutón. Porque esto es precisamente Lightships, proyecto del bajista Gerald Love y responsable de “Electric Cables” (Domino 2012), modesto arsenal de sensaciones amables.