Una vez vacante el trono de la música popular caboverdiana que, sin una pizca de ánimo redentor, defendía hasta anteayer -merecidamente, dicho sea de paso- Cesaria Évora, ya van siendo algunos los que, algo apresurados, creen conveniente ir buscándole a la diva de los pies descalzos un relevo en aquel lado del trópico. [Más…]