Una de las mayores virtudes de “Party” (2017), el segundo disco de Aldous Harding, era la de hacernos estremecer con pequeños detalles mágicos bajo la apariencia de folk sosegado. Con un simple alarido a modo de súbito latigazo en una pieza, o estirando la vocalización de una sílaba de modo turbador: en definitiva un sonido que atrapaba distinto -no sé cuál fue la importancia en este aspecto de la producción de John Parish- y ciertamente singular.
El intimismo de “Designer” (4AD 2019), su nuevo trabajo, es menos extremo e hiriente. [Más…]