“Ground Aswim” (Sinai Vessel). Algunos discos grabados en suelo tejano estos últimos tiempos piden a gritos una reivindicación (de hecho si grabas en Silsbee ya puntúas). Caleb Cordes funciona ahora en solitario, con un intimismo austero cercano a Will Johnson, pero en este caso con una producción destacable de Tommy Read, el hermano de Lomelda, hábil especialista en crear pasajes instrumentales panorámicos fugaces (“Antechamber”) donde el entorno adquiere un flujo mágico. Codes ha desacelerado parte de su electricidad anterior, dejando que las guitarras (“George”) no retumben sino que se fundan con esa voz suya capaz de transmitir la misma confidencialidad que la de Andy Shauf.
“Destiny Hotel” (Cordovas). El espíritu profesional de Nashville de excursión con los diversos estilos agrupados sobre el vasto tapiz de la americana. Tienen algo de negro (“High Feeling”, “The Game”) como lo tenían Little Feat, aunque lo pueden mezclar con banjos (“Rain On The Rail”), jangle (“I´ma Be Me”) y épica sureña, sobre todo si ponen rumbo a Texas (el vals “Do More Good”) y la frontera (“Afraid No More”). [Más…]