Capítulo 13. The Smiths en Madrid

No recuerdo en qué medio se te acusó de servilismo hacia el entonces alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván. Fue con ocasión del concierto que dieron The Smiths en las fiestas de San Isidro. Te dirigiste a él como San Tierno.

“Bueno, es delicado de explicar. Me acababa de enterar que Tierno tenía cáncer y yo, que soy una sentimental, me puse a echarle piropos. Pero, por otra parte, a él le debió sentar fatal, porque no soportaba ese tipo de trato.”

 

¿Qué opinión tenías del “alcalde de la Movida”?

“Tengo una opinión privada y otra pública. En público siempre le puse muy bien porque como alcalde de Madrid me pareció maravilloso. Cuando Tierno Galván prometió que iba a quitar el Scalextric de la plaza de Atocha y, al ganar las elecciones, lo primero que hizo fue empezar a desmontarlo, creí en dios. Madrid cambió para bien; desde él lo ha hecho para mal. Luego tengo una opinión privada de un tipo que era bastante maquiavélico. Pero tengo que matizar que lo que realmente dije en el programa de los Smiths fue “gracias a San Isidro y a San Tierno tenemos a The Smiths en Madrid”. Pero la verdad es que ni uno ni otro, sino gracias a mí.”

 

Pues cuéntanos.

“La historia es la siguiente. El Ayuntamiento había contratado a The Smiths para tocar en el Paseo de Camoens y yo, por separado, les había contratado para retransmitir su concierto. Pero cuando llega el momento de empezar a desplegar el operativo, me encuentro con que el Ayuntamiento había firmado con The Smiths un contrato que no podía cumplir. Las normas de seguridad del Ayuntamiento le obligaban a establecer una barrera de separación entre el escenario y el público, creando una zona donde sólo se permite el acceso a seguridad y prensa restringida. Pero el contrato que firmamos con el grupo establecía en una de las cláusulas que tenían que tocar en contacto directo con el público, poder darle la mano a sus fans.”

 

¿Cómo se solucionó el problema?

“La solución me la dieron unos niños. Justo cuando empezamos a instalar el operativo en el Paseo de Camoens, aparecen unos niños con unas flores y nos piden que se las demos al grupo. En ese momento tuve una idea y se la planteo a los Smiths: ¿qué os parece si esa zona restringida que necesariamente tiene que colocar el Ayuntamiento, en lugar de llenarla de miembros de seguridad y periodistas, la llenamos de fans vuestros? Y el grupo encantado, porque el espectáculo de Morrissey incluía un acercamiento a la primera fila y a lo que se negaba era a tener delante a señores de uniforme y periodistas. Pero esto es habitual cuando están los ayuntamientos por medio. A mí también me ocurrió algo parecido en Zaragoza con Spandau Ballet… Me estoy acordando de algo que ocurrió también  en la época de La Edad de Oro. Se organizó una noche de rock desde toda Europa y desde cada país actuaba un grupo. En Sevilla iban a actuar UB40 y Dinarama, pero al final no se pudo realizar el concierto. Carlos Tena salió al escenario justificando que el concierto no se iba a celebrar porque llovía, pero la verdad no era ésa. Para organizar el concierto y la retrasmisión a mí me habían quitado el técnico de sonido (Carlos Fernández Rizo), el iluminador (Celso García), la realizadora (Matilde Fernández) y el productor (Carlos Rapallo), y mientras, yo seguía haciendo como podía La Edad de Oro. Con todo esto y una cantidad de dinero equivalente a toda la invertida en la primera etapa del programa no fueron capaces de poner en pie el evento.»

 

¿Cuál crees que fue la razón?

«La misma. Porque habían firmado contratos contradictorios. UB40 exigían en el contrato que tras la prueba de sonido no se podía mover nada, mientras que a la vez se firmaba a Dinarama como teloneros. Todo ello porque un cerebro debía tener los télex de los contratos guardados en el cajón y no se preocupó ni de leerlos. El cerebro no era otro que Enrique Nicanor, entonces director de la Segunda Cadena. Al cabo de un tiempo, con el concierto de los Smiths en el Paseo de los Camoens, yo no hacía otra cosa que esperar que lloviera, porque la solución es tan fácil como poner un impermeable a la cámara.”

 

¿Qué te parecieron Morrissey y Johnny Marr?

“Divinos. Yo estaba enamorada de Johnny Marr. Estaba nerviosísima cuando les hice la entrevista en Torrespaña la mañana anterior al concierto…”

21 comentarios en «Capítulo 13. The Smiths en Madrid»

  1. Guay!

    Yo no era uno de los niños con flores, pero logré pasar a esa «zona restringida» y le di una chapa a Mo contra los toros, que él cogió y miró con agrado.

    ¡¡¡¡ Qué locura de tiempos aquellos !!! The Smiths en Camoens. Y Aztec Camera en la Plaza Mayor. Burradas que se hacían por entonces.

  2. Creo que a los niños los reclutaron de un par de institutos. Luego llamaron a una floristería y les dieron un gladiolo a cada uno.
    Sí, eran tiempos locos. Como cuando Tierno Galván dio la bienvenida a las fiestas de San Isidro soltando: «¡y el que no esté colocado, que se coloque!». Muy buen rollo, pero nadie se enteraba de nada.
    Supongo que a Aztec Camera les confundirían con un sucedáneo de Spandau Ballet o algo peor.

  3. a Aztec Camera los confundimos con Aztec Camera, César; el 90% de los que estábamos allí los conocíamos de sobra… que sonaban en los 40, coño. Vale ya de tanto paternalismo de gente que teníais tres años entonces

  4. Si queremos darnos por aludidos seguro que lo conseguimos, xxx. El comentario era medio jocoso, siguiendo un poco la línea del desliz del alcalde. Entre tanta “libertad” había mucha “confusión”, pero no reincidiré en esto, pues ya se ha venido desprendiendo de los capítulos de esta serie.
    Si lo que te ha molestado es lo de que «nadie se enteraba» puedes cambiarlo por «pero no todo el mundo se enteraba»; es una manera algo coloquial, desenfadada y poco rigurosa de hablar sobre un tema que tampoco requiere más rigor y seriedad que el que se la podido dar en un momento dado. Esto es como explicar un chiste: a uno al final se le queda cara de idiota.
    En 1986 aquí había gente que sabía de sobra quien era Joy Division y siniestros que no tenían ni puta idea de la existencia de Ian Curtis. Y no pasa nada.
    Lo que no sabía era que Aztec Camera tocaron en Madrid en 1973, año en que cumplí los tres.
    Un saludo, buen rollo y feliz finde a todos.
    🙂

  5. El concierto de los Smiths tuvo lugar el 18 de mayo de 1985. Por lo que he podido comprobar, Gannon entraría en el grupo unos meses después.

  6. Sólo decir que los capítulos, ahora que he releído todos, me parecen la leche!! Enhorabuena y gracias por estos post… Para mi que no he vivido nada de esto (nací en 1981 y en Sevilla) me está aportando mucho…

  7. Es que en 1985 (13 añitos en mi caso) en los 40 Principales ponían hasta a los Talking Heads. Así los «descubrí», de hecho, con Little Creatures.
    El otro día vi a David Byrne en el Palau de la Música (entradas agotadas) y la media de edad de los asistentes era, así a ojo, de unos 45 años.
    En fin, que me veo con 65 todavía escuchando a The Smiths, Talking Heads, etc, en los nuevos formatos que vayan saliendo. ¡Seguro!

  8. El concierto del 17 de mayo del 85… ¡Ah, qué tiempos!
    Tenía entonces 21 años y me lo bebí y fumé todo en aquellos conciertos del Paseo de Camoens.
    Como digo en mi blog (al que te invito a pasear): «qué tiempos aquellos, ni mejores ni peores, tan solo distintos».
    Gracias por tu blog, Estabiel, lo he descubierto hoy y, si no te importa, me gustaría enlazarlo en el mío.

    Salu2 desde
    http://versiona2.blogspot.com/

    Por cierto, JC, si no 150.000 al menos 145.000; había gente que cundía mucho. Jeje

  9. Bueno, respecto a la leyenda urbana de los 150 mil os remito a los extras de mi DVD (facilmente conseguible ahora mismo en HungerCity.org, dimeadozen.org y en el foro-tracker de fans de los Smiths entre otros lugares) en el que mientras se espera para un último bis de los Smiths que finalmente nunca llegó Paloma Chamorro entrevista a los mallorquines Furnis Time que hicieron de teloneros y les pregunta ¿Cómo os sienta tocar ante 300 mil personas?. Y luego en otra pregunta el cantante de los mallorquines vuelve a mencionar esa cantidad de gente.

    Así que si 300 mil era el dato de los «organizadores» no sería difícil creer que el cálculo oficial de «la policia» (por ponerlo en terminos de manifestación, je je je) esté por encima de esos 150 mil. Así que pudiera ser que lo de leyenda urbana esté en que el dato se quede corto respecto a la asistencia real.

    Lo dicho, os remito a las palabras de la propia Paloma. Están ahí, grabadas para la historia, como el propio concierto que también fué histórico.

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