Desde la tranquilidad de Colmenar Del Arroyo, montaban desde 2013 Enrique y Daniel Insa -padre e hijo- miniaturas de pop rock humilde y casero que Daniel se encargaba de interpretar. Al principio eran grabaciones sencillas subidas a Internet en plan amateur con la regularidad anual de quien no tiene presión. Después empezaron los contactos, alguna colaboración y cierta presencia en los blogs sin apenas cobertura de las discográficas. Todo se rompió al fallecer Enrique.
En septiembre del año pasado Daniel subió bajo el nombre de Insa una nueva grabación como tributo a la pérdida, “Stuck On A Distant Dream”, y poco más de medio año después ya resurge conformado con “The Wind Speaks Softly”. Más o menos como los anteriores, se trata de canciones económicas con estructuras mezcla de americana/folk/country -Byrds, Big Star, Fruit Bats- y los valedores británicos -Teenage Fanclub- con despreocupado pentagrama jangle edificados sobre los acordes nobles habituales, a lo que hay que añadir el acento inglés de Madrid de un Daniel -la voz está alta en la mezcla, un poco para tapar la austeridad del acompañamiento de guitarras: apenas algún teclado, como en “Someplace To Fall”- que ha ido puliendo el tono nasal para obtener mejor resultado. “A Song For Gram” supongo que está dedicada a Gram Parsons, como resumen de las pretensiones de un autor enfrascado en la obtención de la secuencia de acordes perfectos, que son la base de cualquier gran tema pop. Aunque rústico, la esencia está presente.