Durante su infancia en Tennessee ya mostró Lee Clayton maneras aprendiendo armónica y pedal steel. Intentó buscarse la vida como cantautor en Nashville y consiguió colocarle la composición “Ladies Love Outlaws” a Waylon Jennings en 1972, para finalmente, tras porfiar en grabaciones menores, fichar por Capitol.
El estilo de Clayton sin embargo rompía los clichés. Era country, pero con actitud de rock de carretera esponjado a través del soul: en “Border Affair” (1978) conviven baladas, country de libro –la canción titular- e híbridos donde se acoplan vientos con pedal steel y punteos de guitarra. Incluso un guiño sentido a Oak Ridge como “Back Home In Tennessee” absorbe referentes más lejanos por donde anduvo Clayton (`I´ve looked for God in Texas, I´ve looked for God in Spain´) entre guitarras afiladas como cuchillos –a cargo de Philip Donnelly, quien le ayudó a componer “Rainbow In The Sky”- y tambores tribales.
En la temática abordada por Clayton tienen cabida homenajes a un avión (“Old Number Nine”) y a las sustancias adictivas como “Tequila Is Addictive” (en la línea de “Battles Of Booze” del álbum anterior o de “A Little Cocaine” del posterior “Naked Child”). Y tanto se atreve con una pieza casi funk (“Like A Diamond”) como con valses de country folk tal que “Border Affair” y “My True Love”, este último un precioso recitado acerca de un amor fallido y de la esperanza de encontrar algún día el verdadero. El vaquero romántico soñador engullido por el asfalto.