Lo que me gusta de Nacho Vegas

Uno) Que “La zona sucia” sea su disco más limpio. Que no higiénico. A menudo los símiles rebuscados empantanaban sus canciones, creando una barrera infranqueable entre los que cada vez eran más fans y los que se iban alejando.

Dos) Que haya llegado a la conclusión de que no es tan importante ser feliz como tener buen humor. Algo que, además de sonar bonito, es verdad. El por qué de esta reflexión igual no es tema para tratar aquí en el blog. Mejor en alguna barra de bar, el apéndice natural de esta página por lo que a mí respecta.

Tres) Que algunos ya hablen de cantante melódico, como si de un insulto –desde la tolerancia- se tratara. Número tres en la lista de ventas. Con Bunbury alcanzó el cinco. Con Christina Rosenvinge merodeó el cincuenta. A su nombre habitó zona aún más baja.

Cuatro) Que admita que a lo largo de estos años ha hablado demasiado de drogas puede indicar dos cosas: que el aburrimiento no figura entre sus planes a cortísimo plazo o que igual no calibró debidamente el tamaño e inquietudes de la audiencia que crecía en torno suyo. Recuerdo cuando invitaban a Escohotado a Telemadrid a debatir sobre el uso inteligente de las drogas con madres de yonquis muertos. No es el mismo caso, pero en ambos se generan confusiones. O se distorsiona esa misma imagen que tendrás que ver todas las mañanas en el espejo. O se forman nudos en el debate que luego cuesta un horror desenredar.

Cinco) Que de vez en cuando escoja una palabra no demasiado bien trabajada, cuando rápidamente se adivina otra más ajustada que además embellece el verso. Vegas ligeramente coloquial gana enteros. En otros registros le noto forzado.

Seis) Que ciertas canciones más impersonales se vayan apoderando de su repertorio. El estribillo de “Taberneros” tiene un aire a copla que cantaban las ancianas medio siglo atrás, mientras se encargaban de las tareas del hogar. Escuchar a Nacho Vegas sin tenerle necesariamente presente en la letra podría ser un buen anzuelo para propiciar el acercamiento de renegados.

Siete) Que busque acomodo a sus reflexiones en esa canción/envase que ya es marca de la casa. En ella apenas queda espacio para el giro compositivo, el golpe de genio, la demostración de talento. Solo “El mercado de Sonora” parece romper la tónica. En general son fruto del oficio; envases de serie pero poco rígidos que deberán contener textos cada vez más claros, agudos y con renovada intención. Es lo que espero de Vegas.

Ocho) Que sea el ideólogo de “La Gran Broma Final”. Hace poco me precipité diciendo que las canciones de Nacho Vegas ya no eran para mí. Aún no había escuchado el primer single de “La zona sucia”. Para los que algún día cumpliremos condena por indolencia y una vez fuimos diagnosticados de minusvalía afectiva, reconocerse en el reproche del “tu amor fue una estafa” puede ayudar a llevar con mejor criterio el próximo negocio. O no. En ese caso, siempre nos quedará ser el centro de la broma.

Nueve) Que, a pesar de todo, crea que en el oficio de cantautor hay “Cosas que no hay que contar”.

Diez) Y que a su manera las siga contando.

 

15 comentarios en «Lo que me gusta de Nacho Vegas»

  1. Respetec por Nacho.

    De Casa Tarradellas.

    Escuché el single una sola vez y me pareció que esa canción podría crecer en mí en un futuro próximo.

    Le deseo lo mejor, la verdad.

  2. Además ese juego con la Rosenvinge (weekend vs la gran broma final)con frases en ambos discos que parecen dedicadas del uno al otro (será casualidad haber publicado simultáneamente??), y con referencias al tercero, el escritor-director…y encima todo ello con ingenio y gracia.

    Quizás sea lo de menos, pero no es habitual en el pop español, ese juego de espejos realidad-ficción y el rollito «cuore» indie jeje

  3. a mi me sorprende como en cada album uno se identifica, tal vez no con él en directo si no con cada letra… a mi me sucede.

    oh que triste.!

    Vegas es muy bueno, casi puedo decir que lo amo!

  4. Para mí el gran inconveniente de Nacho Vegas es la identificación que todo el mundo hace de sus canciones con su vida (lo del personaje, vaya) que impide -pienso- valorar (no sé si es la palabra) al 100% su música, a pesar de que esté en un pedestal y haya ‘fanes’ que matarían por él, y aunque parezca una contradicción.

    Si la imagen que se tuviera de él fuera la de, pongamos, Raúl Refree, ¿calarían tanto sus los discos, las canciones, etc.?

    Karl

  5. Con todos mis respetos, me parece que Nacho Vegas se tendría que currar un poco más las letras y si ahora canta mejor, ¡Cómo cantaría antes!. No dudo que sea un tipo excepcional, pero sinceramente, no entiendo muy bien este post. Si se le encumbra por su forma de ser ¡chapó!, si es por la música que compone y canta, se me escapa algo, disculpad.

  6. Bueno, no sé si te refieres a eso en concreto pero yo quería decir que hay un personaje NV que no es NV pero como el personaje ‘mola’ la identificación de sus canciones con ese personaje es tentadora y al final, más que las canciones en sí puede quedar el personaje cantando/viviendo esas canciones.

    Y en cuanto a las letras de ahora, coincido contigo en que las podría trabajar algo más; al que ha escrito este post, sin embargo, es una de las cosas que le han reconciliado con NV.

  7. No creo que Vegas sea un tipo excepcional. Tampoco veo en su forma de ser nada para encumbrarle. Pero sí que tiene un magnetismo comunicativo muy por encima de la media. Y, hoy día, es un artista que habla como muy pocos lo hacen. No todo en él me gusta. Pero lo que me gusta me parece admirable.

  8. Así es… es un grande pero no un gigante, crecerá poco a poco como lo ha ido haciendo, perdiendo algunas cosas y ganando otras. Creo que todos los artistas hacen eso, sólo los genios se salvan. Vegas no es un Genio, es uno de nosotros con una guitarra cantando, pero si bien no es un genio, si lo hace mejor que todos nosotros. Esa es su grandeza; la cercanía. Y debemos admitir que en eso es muy bueno, por el momento de los mejores.

    A mi en lo personal me gusta demasiado… aunque he de confesar que siempre me quedan algunas dudas; espero que con el tiempo me las vaya aclarando positivamente, porque de lo contrario, creo que todos los que han hablado en su contra (tal vez) tendrían razón.

    En verdad espero que no. Estoy con Nacho.

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