Frustrante Primavera Sound 2007

Lo tenía todo a su favor para dejarnos eufóricos, pero al final el Primavera Sound 2007 dejó un regusto agridulce, sobre todo por pequeños detalles que la organización hubiera podido mejorar. Ahí va el balance.

Melvins: Sonaron bestiales, apabullantes y capaces de recargar las pilas a cualquiera. Repasaban su clásico «Houdini» pero da la impresión de que son capaces de triunfar tocando cualquier cosa (van sobrados de canciones, pero si no las tuvieran bastaba con el sonido). Alguien que ya les había visto les puso como ejemplo de grupo que mejora con los años.

Comets On Fire: Vale, quizá la voz era demasiado estándar, pero en el resto dieron toda una lección de cómo hacer que el rock and roll siga sonando vivio y coleando como una lagartija ciega de tequila.Da igual que repasaran un disco antiguo que nadie conocía («Blue Cathedral») : su show fue fresco y espinoso como muy pocos grupos del festival.

Billy Bragg: Sus canciones sobreviven y él es uno de los performers más cálidos que he visto sobre un escenario. Alguna pieza sonó algo obvia y rancia («The price of oil») pero brilló en las de amor y nos regaló una preciosa versión del «Superstar» de los Carpenters. Además acabó repartiendo abrazos por las primeras filas.

Band Of Horses: Da igual que, como oyentes, ustedes estén cansados del neocountry o el rock clásico. Este grupo se contagia con sus canciones oscuras, retorcidas, con una atmósfera como de «faltan tres minutos para la tormenta». La épica lucha del cantante contra un micro que daba calambre fue un aliciente extra del show. Entre retorcidos y tradicionales, su repertorio no parece de los que pasan de moda.

Robyn Hitchcock & The Venus 3: Es un compositor cálido, clásico y con muchos matices. Peter Buck (REM) fue un refuerzo de lujo (siempre en segundo plano) para unas canciones que o las hace Robyn o no las haría nadie.

The Good The Bad & The Queen: A pesar de lo bajito del sonido, repasaron con solvencia su sutil y sustancioso debut. Paul Simonon (The Clash) exhibió su doctorado en posturitas de rockstar y el resto encajó de maravilla.

Nathan Fake: Otro de los DJs que se salvaron la noche. Su psicodelia con destellos “shoegazer” y con alguna turbulencia ruidosa supo a gloria entre tanta sesión previsible y tanto pom-pom-pom aséptico.

Lo Peor:
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Patti Smith: Su grupo sonó profesional e inofensivo. Tocaban en piloto automático. Ella misma se dio cuenta de que aquello no prendía y adelantó «Gimme Shelter» (Rolling Stones) para intentar animar la cosa. La canción más aburrida del PS fue «Are you experienced?» con Smith tocando el clarinete.

Fennesz & Mike Patton: Tomados uno a uno son dos talentos mayúsculos. Juntos en el escenario ATP parecían dos extraños calentando durante su primer ensayo. Un churro.

The White Stripes:¿El grupo más sobrevalorado de la historia del rock? Billy Bragg hizo esta broma tras ver su show: «hey , chicos, en el concierto de ayer daba la impresión de que os habiáis separado». La versión de «Jolene» (Dolly Parton) fue un espanto en toda regla.

Colas, saturación y el gueto bakala:Más de dos horas tuvieron que esperar muchos asistentes con entrada para cambiarla por pulsera el jueves. Eso sí, la organización puso a trabajar personal extra para solucionarlo. El transporte público (me cuenta un amigo) se colapsó el sábado. Tampoco procedía el llamado «gueto bakala»: la gente que había comprado entradas “ de noche” sólo podía ver a los DJs y eso implicaba controles con «simpáticos» seguratas que te trataban como a ganado.

El escenario Rockdelux: Sonó siempre muy bajo , tanto que se colaba el sonido del escenario CD Drome (directamente orientado a molestarle). El saboteo comenzó con The Dirty Three. Su concierto, muy chulo, se emborró con el ruido que venía de arriba. Slint o The Good The Bad and The Queen fueron anestesiados por una sonorización anodina.

El Cuarto Oscuro:La zona entre el escenario Rockdelux y el CD Drome carecía por completo de farolas. Habia que guiarse por el instinto, como los jedis.

La confección de los horarios/La pérdida del concepto de cierre:¿Qué pintan los sedados Low o el muermo de Múm a las tres de la mañana?¿Por qué no usaron a los Melvins para cerrar? Muy triste fue ver cómo el sábado decenas de personas con ganas de bailar abandonaban el recinto ante las pésima sesiones de Hell y Erol Alkan. Muchos indies que querían prolongar la fiesta también salían con ganas de más.

Jonathan Richman:Tocó menos de 40 minutos , quince de ellos invertidos en gracietas y en repetir una canción. Mucha jeta.

Las orquestas de sí mismos: ¿Tienen sentido los conciertos en los que un grupo mítico toca un disco emblemático entero? Casi siempre suenan previsibles, acartonados y sin mucha vida.

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Lástima haberme perdido: Blonde Redhead (huida por calor en la tercera canción), Lisabö (no quería ver solamente un trozo) y Spiritualized (por Band of Horses). Según nos cuentan, dos de los mejores conciertos de esta edición. Spiritualized vinieron con un coro gospel. Algo destacable, ya que resulta rarísimo ver artistas de color en el Primavera Sound, a pesar de que los ritmos africanos están en el origen de la mayoría de estilos de la música popular. Y la pregunta es : ¿por qué nunca les contratan?

Última duda: ¿Molan Modest Mouse? Johnny Marr es un gran guitarrista. Isaac Brock despliega mucha actitud como cantante. Pero, ¿qué tienen de especial? De verdad que no lo pillo. Se admiten sugerencias.