Halloween, Alaska

Durante años, cuando aún no se habían popularizado los movimientos antisistema, las «badlands» eran el sueño romántico de cualquier persona poco conforme con la realidad que le toca vivir. Páramos solitarios donde solo cabían quienes tenían alguna cuenta pendiente con la sociedad, tipos dudosos vestidos de Woody Guthrie –léase con el mismo retintín que hoy leeríamos Diesel- que no respondían precisamente a la imagen tipo Marlon Brando o James Dean creada por la mitología del celuloide. Un buick destartalado contribuía a la postal. Sigue leyendo Halloween, Alaska