Polly Jean Harvey, cuarenta y un años, artista aún en edad de pegar el estirón, inglesa. Hoy más inglesa que nunca. Y eso que el blues lo tomaba junto con el biberón y jamás se asustó de Captain Beefheart cuando se oían sus alaridos por casa. Se entiende que a “Dry” (1992) no tuviera que darle ni una manita de lija para lucir esa incómoda aspereza. “Rid Of Me” (1993) se coronó con espinas para alcanzar la cumbre de la agresión en el blues, pero el que esto escribe se queda con el primero. Prefiero los crímenes perpetrados con serruchos desdentados que una antología del crimen perfecto por muy morbosa que sea. Sigue leyendo Inglaterra y P.J.Harvey
Categoría: César Estabiel
Lo que me gusta de Nacho Vegas
Uno) Que “La zona sucia” sea su disco más limpio. Que no higiénico. A menudo los símiles rebuscados empantanaban sus canciones, creando una barrera infranqueable entre los que cada vez eran más fans y los que se iban alejando.
James Blake
“Toda la primera parte, hasta ‘Lindisfarne II’, inclusive, es muy buena. Después ya es más irregular, pero me parece un disco, en general, de notable.”
“Yo no fui capaz de terminar de escucharlo, aunque, en su descargo, decir que me lo puse de música de fondo.”
«Kaputt», ¿o una nueva dinastía de la perfección?
Hay quienes piensan que tarde o temprano Dan Bejar tenía que entregar “Kaputt”. Yo no lo veía claro. Ni siquiera lo veía. A estas alturas alabar el nuevo disco de Destroyer sabe como a arroz pasado. ¿A estas alturas? Solo han transcurrido dos semanas desde su publicación y parece que ya estamos ante un clásico del que ya se ha dicho todo lo que había que decir. Siento que no puedo aportar mucho, que solo me queda asentir con la cabeza y decir “vale, a mí también me ha encantado”, mientras exprimo en silencio los últimos rincones de maldad en mi cerebro buscando un mínimo pero a esta bombona de oxígeno. Sigue leyendo «Kaputt», ¿o una nueva dinastía de la perfección?
Mis dudas con Anna Calvi
Las hojas promocionales me hicieron peor persona. Más desconfiado, me convertí sin querer en alumno avispado de las artes defensivas. Si me hablaban de artistazos, de enormes voces y demás grandezas propias de la corte, aparcaba el disco incluso sin abrirlo, pero no muy lejos por si alguna noche me daba un arrebato de petulancia. Ahora estoy un poco más relajado. O, al menos, me distraigo con lo que antes me irritaba. De más joven, a Anna Calvi no le hubiera dado ni un minuto de mi tiempo. Sigue leyendo Mis dudas con Anna Calvi