En 1989 el house nacido en Chicago ya tenía al menos un lustro de vida, si no más, y no sólo estaba cimentándose su dominio sobre la música de baile y electrónica (habiendo traspasado el charco para llegar a Europa en el llamado ‘segundo verano del amor’ y surgiendo derivaciones como el acid house y el deep house) sino que estaba plenamente preparado incluso para el acceso al estrellato de artistas y productores blancos como el británico Adamski, quien, al principio de su carrera y sin figurar en los créditos, ejecuta teclados en este tema del estadounidense Jimi Polo. James Perri, tal es su verdadero nombre, procede del mismo Chicago y formó parte de la escena originaria del género, creado allí por otros artistas también de color como Frankie Knuckles o Jesse Saunders. Polo, ejercitado en tareas de DJ, había formado por entonces, hacia 1986, el dúo Libra Libra junto a Tony Bowie, editando un puñado de sencillos, y al año siguiente otro single bajo el alias de The Revelation (“Your Love Is A Special Thing”) además de producir el “Shake Your Body” de Jeanette Thomas. Después se trasladó a Reino Unido donde coincidió con un joven Adamski a quien le introdujo en los secretos de la Roland TR y de los padres del house como los ya citados o Marshall Jefferson. De la asociación surgió este single, “Free Yourself” (Urban, 1989), con dos temas: el titular y “Better Days”, ambos de configuración muy similar: los dos presentan un conmovedor riff de piano soul (que será imitado hasta la saciedad) aderezado por una línea poderosa de bajo en cuya combinación se forman sugerentes acordes mixtos de querencia pop. Todo ello se ve acompañado por unas programaciones con mucho groove (esa caja atropellada y esos bombos retumbantes que frenan en determinados momentos para acumular tensión), los gritos reiterativos de influencias soul y gospel de Polo: “Free yourself / free your mind!”, la voz femenina que se repite con tono dulce: “Free yourself” y ese colchón en forma de sintes a lo largo de toda la pieza. Sigue leyendo “Free Yourself” (Jimi Polo, 1989)