“Before We Forgot How To Dream” (SOAK). Precioso título de álbum el de esta cantautora adolescente de Irlanda del Norte, que debuta con la seguridad de quien se sabe respaldada por personas que confían en su talento. No es un disco folk, como tampoco lo son los de Villagers (comparten productor): sin salirse de las canciones formales, expone la fuerza de la juventud -frustraciones, anhelos- en cada palabra por delicada que suene. Por el enjambre de canciones lentas -muy bien decoradas- emerge “Some Creatures” como tema pegadizo, cuyos primeros quince segundos comparten acordes con “Stand By Me”. Quienes disfrutan con discos bien acabados, globalmente sólidos, están de enhorabuena. Este notable alto debería ser solo el principio. Sigue leyendo 2015: cabos sueltos (15)