Four Tet

 

Hay algo maravilloso dentro del mundo del -ya no tan- enfant terrible Kieran Hebden, una especie de magnetismo inherente que hace que sus álbumes difieran en mínimos detalles el uno del otro pero tengan tonos variables según por dónde se enfoque el sonido. Son detalles inapreciables en superficie con una sola escucha, pero que hacen reconocible siempre su firma a partir de la segunda o tercera audición: “suena a Four Tet”. Sigue leyendo Four Tet